El Tai chi, un ejercicio milenario cuya práctica está al alcance de cualquiera, puede resultar efectivo para el tratamiento de algunas patologías, sin presentar ningún efecto adverso.
Este arte se desarrolla con movimientos pausados y encadenados combinados con el control de la respiración. Prácticamente toda la musculatura entra en juego.
Investigadores del Centro Médico Turts-New England de Boston han estudiado la eficacia de esta técnica oriental para mejorar el estado físico de enfermos con varias patologías crónicas.
La investigación asegura que el Tai Chi practicado a largo plazo tiene efectos positivos en el equilibrio, el rendimiento cardiovascular, la flexibilidad y la coordinación.
En pacientes con artritis reumatoide, este ejercicio mejora la estimulación ósea y fortalece el tejido conectivo entre los huesos. Es especialmente indicado para mejorar la flexión y extensión de la rodilla.
En casos de esclerosis múltiple se ha observado que la práctica del Tai Chi proporciona mayor velocidad para caminar, más flexibilidad en la musculatura, y un aumento del bienestar psicológico y de la vitalidad den enfermo, asociado en muchos casos a una mejor capacidad para relacionarse.
En pacientes que habían sido sometidos a un by-pass arteriocoronario se observaron beneficios sobre la función respiratoria y cardiovascular, al igual que en personas que habían sufrido un infarto.
De mismo modo, la práctica de este ejercicio mejora la salud de personas aquejadas de hipertensión, insuficiencia cardiaca, o artritis. Además de afectar positivamente a cualquier tipo de trastorno depresivo o de ansiedad, al favorecer la relajación y el pensamiento positivo.
La tercera edad es un buen momento para beneficiarse de todo lo que el Tai Chi ofrece: mejora de la coordinación que puede ayudar a evitar caídas en ancianos, mejora del bienestar psicológico, reducción del estrés, y mejoría del humor, entre otras cosas.
En definitiva, el Tai Chi se revela como una posibilidad de aumentar nuestra calidad de vida beneficiando a nuestra de salud tanto si estamos sanos, como si sufrimos algún trastorno que tenga que ver con huesos, músculos, circulación, o bienestar psicológico. Y todo ello sin ninguna contraindicación.
Via enpositivo.com
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