Para muchos la idea de relajarse consiste en dejar el cuerpo y la conciencia en un estado de flacidez, parecido al de un globo al desincharse.
Aunque ese estado puede sentar bien a veces, lo que yo busco con mis propuestas es una relajación llena de consciencia donde sintamos que habitamos el cuerpo y el Ser, donde estemos más presentes que en un estado ordinario.
Uno de los pilares para lograrlo es percibirnos, tener la atención puesta en las sensaciones - sutiles o burdas, agradables o desagradables - que acontecen dentro de nosotros. La atención debe estar puesta en sentir y vivenciar, sino el trabajo deja de ser una experiencia para convertirse en un ejercicio.
Cuando nuestra atención se centra en la sensación sentida, lo compulsivo en nuestro pensamiento se calma y la mente queda libre para la que es su principal función; percibir sin interpretar, darse cuenta sin juzgar. Estar en el aquí y el ahora, en la experiencia vivida.
Cierto es que en mi linea de trabajo hay propuestas para flexibilizar el cuerpo y la respiración, pero por encima de la técnica el objetivo es transitar el fenómeno mismo. Abrirnos, aprender a acceder a nuestros procesos internos y a un contacto sensible con el entorno y uno mismo.
VIA caminsdecreixement.com
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