"Si hubiera sido un fármaco en los estadios iniciales de su desarrollo, cualquier empresa estaría babeando por él", afirma Dr. Murali Doraiswamy, director del estudio, quien asegura también que, en algunos casos, sobre todo en casos de ansiedad, depresión y estrés, el yoga puede ser preferible a la medicación.
El yoga ayuda tener una mayor sensación de control sobre las emociones, a no verse abrumado por ellas tan fácilmente y a afrontar mejor el estrés o los problemas que estén afectando a una persona. Doraiswamy compara el aprendizaje del yoga con el del surf: una vez que aprendes, puedes cabalgar sobre la ola en vez de ser engullido por ella.
Existen diversas escuelas y formas diferentes de practicar el yoga, por lo que los expertos aconsejan buscar un poco hasta encontrar la práctica que mejor se adapte a ti y mayor beneficio te aporte. Aunque, en cualquier caso, se considera que es especialmente importante que el yoga no se limite tan solo a realizar ejercicios de estiramiento, sino que se tenga en cuenta que una parte fundamental del yoga es la respiración y la meditación. El control de la mente comienza con el control de la respiración. Las posturas y estiramientos que se practican durante el yoga benefician principalmente el cuerpo, mientras que su componente más mental (respiración y meditación) benefician la mente, lo que lo convierte en una forma de ejercicio muy completa.
Desgraciadamente, dado que el yoga no es un medicamento que pueda venderse obteniendo grandes beneficios, no existe una financiación suficiente para hacer una investigación exhaustiva de sus efectos y de las causas de estos efectos. No obstante, las investigaciones realizadas hasta ahora apuntan a que el yoga puede ser una buena alternativa a los fármacos para el tratamiento de trastornos psicológicos.
Según Doraiswamy, las personas que practican yoga se sienten más contentas, tienen más energía y duermen mejor.
Via motivacion.about.com
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