Un aumento de la temperatura corporal se puede lograr utilizando ciertas técnicas de meditación (g-tummo), las cuales además ayudan a fortalecer el sistema inmunológico para combatir enfermedades infecciosas o inmunodeficiencia, según un estudio de Universidad Nacional de Singapur (NUS).
Publicado en la revista PLoS ONE, en este estudio los investigadores argumentan que es posible que la temperatura corporal central pueda ser controlada por el cerebro, gracias a ciertas técnicas de meditación.
Se trata de la primera investigación en documentar resultados fiables del aumento de ésta en monjes tibetanos que practican la meditación g-tummo, la cual controla la “energía interior” y es considerada por los médicos tibetanos como una de las prácticas espirituales más sagradas de la región.
Estudios previos sobre estas técnicas de meditación muestran que su práctica incluye en el aumento de la temperatura corporal periférica en los dedos de manos y pies.
Sin embargo, en esta ocasión los investigadores observaron que la práctica meditativa g-tummo permite un aumento de hasta 38.3 grados Celsius, según registraron mediante electrocardiogramas y otros aparatos.
Una vez registrados los efectos neurocognitivos y otros aspectos fisiológicos de este tipo de técnicas de meditación, los especialistas consideran que su práctica podría extender sus beneficios a muchas más personas, sobre todo para aquellas que trabajan en condiciones climáticas desfavorables.
“Podría permitir a las personas adaptarse y funcionar en ambientes fríos, mejorar la resistencia a las infecciones y el rendimiento cognitivo, acelerando el tiempo de respuesta, así como reducir los problemas de rendimiento cuando la temperatura corporal disminuye”, explican los investigadores.
Via enforma.salud180.com
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