Relajación rápida para evitar el insomnio

1. Cuando se haya acostado en la cama, trate dee aflojar sus hombros, codos y manos, así como sus piernas.

2. Inspire lentamente imaginando que el aire ingresa por la punta de los dedos de los pies y sube por los huesos de las piernas hasta el pecho.

3. Exhale imaginando que el aire sale, haciendo el camino inverso hacia la punta de los pies. Repita este proceso dos veces para cada pierna.

4. Haga exactamente lo mismo, pero ahora en los brazos. Dos veces para cada brazo.

¿Soñar o no soñar?

Tal vez usted no recuerda sus sueños y cree que eso es normal, pero lo normal sería que todos pudiésemos recordar algunos de nuestros sueños; para ello, haga cada noche lo siguiente.

Deje a su lado al acostarse un cuaderno y una lapicera o lápiz.
Al acostarse, después de practicar la “Respiración de los Huesos”, repítase a usted mismo mientras exhala lentamente: “Hoy recordaré por lo menos uno de mis sueños, para ello dejo a mi lado un cuaderno donde anotarlo “.
Repita este ejercicio tres veces seguidas, y vuelva a practicar el método de relajación de 15 minutos.
Cada vez que tenga un sueño, no olvide anotar enseguida en el cuaderno aquello que haya soñado. Lea y relea lo que anotó y observe como “le suena” todo ello.

Dormir es humano, soñar es divino

Dormir es una actividad necesaria y placentera; pero si para hacerlo necesita tomar pastillas, el sueño que consiga no será el mismo sueño reparador y agradable. La causa es que, además de “dormir” necesito “soñar” y, al tomar pastillas, elimino la etapa de “sueños”, llamada “Sueño REM” que significa Movimientos Oculares Rápidos (REM, en inglés).

De modo que dormir repara mi cuerpo, pero soñar repara mi mente. Si tomo pastillas mi mente se daña, porque no “sueño”. Por eso es tan importante la técnica para recordar los sueños.

En resumen, es necesario relajarse para poder dormir y “programarse” para poder recordar los propios sueños. Practica estas técnicas y verá cambiar su vida. ¡Felices sueños!

Via naturpsico.net