Para relajar nuestra mente es necesario también relajar nuestro cuerpo, nuestros músculos, lo que provocará también que las pulsaciones y la tensión arterial sean menores. Una técnica muy conocida y efectiva para relajar todo nuestro cuerpo –y mente- es la relajación muscular progresiva, podrás practicarla acostado o sentado lo más cómodo posible en una silla de respaldo recto, con los pies ligeramente separados y las manos sobre el regazo.
Este será un tiempo dedicado a ti mismo: ponte ropa confortable y procura que nadie te moleste, destínale al menos 15 minutos. Puedes hacerlo durante el día cuando lo necesites o por las noches antes de irte a dormir.
-Cierra los ojos y concéntrate en cada parte del cuerpo. Primero comienza con los pies: ténsalos lo más que puedas –durante cinco segundos- y luego relájalos completamente. Ve concentrándote en esa sensación plácida y cálida que irás experimentando a lo largo de la relajación.